¿Por qué la mayoría de los proyectos musicales fracasan?
Estos son los 3 errores que debes evitar.
Salir de la zona de confort para emprender cualquier proyecto musical ya sea formar una banda, fundar una academia o crear un nuevo sello discográfico requiere de un gran valor porque el músico se enfrenta al desafío de hacerse notar en el marco de una sociedad globalizada y multicultural, donde el consumidor conoce todas las alternativas del mercado, las valora y a partir de ahí elige la opción más óptima para él.
Hay estudios que afirman que el 80% de los proyectos independientes que emprenden los músicos fracasan en los primeros dos años, y lamentablemente la experiencia es tan desagradable que la gran mayoría jamás vuelve a intentar algo nuevo. Empiezan a preguntarse qué salió mal, se juzgan sobre si realmente su talento, proyecto o servicio eran suficientemente buenos y terminan culpando a la competencia desleal, al sistema económico incluso al régimen político de su país.
¿Y si el problema no fuera el talento, el proyecto o el sistema económico? ¿Y si la clave fuera conocer bien a quién nos dirigimos y cómo les hablamos de lo que hacemos?
ERROR NÚMERO UNO.
Uno de los pilares más importantes de cualquier proyecto es identificar muy bien al público que se dirige. Sin embargo, este es un aspecto que la mayoría de los músicos (incluso emprendedores en otras áreas) pasan por alto basándose en la creencia de saber para quien es lo que hacen, y lo peor es que ese error se magnifica cuando se piensa que lo que hacen ¡Es para todos!.
Recuerdo que una mañana mientras conducía rumbo a la escuela de mis hijos, estaba escuchando en la radio una entrevista que le hacían a un pianista que iba a tocar esa misma noche el Concierto para piano No. 4 Op. 58 de Beethoven. Al final de la charla, el conductor del programa le concedió tanto al pianista como a quien organizaba el concierto unas palabras finales para que invitaran a los radioescuchas al evento. Ambos dijeron algo así: “Queremos invitar a toda la gente al concierto de esta noche, como saben la obra de Beethoven es una joya y es algo que todos podemos disfrutar…” etc. La verdad esa noche asistí y tuve la oportunidad de escuchar a un excelente pianista interpretando excepcionalmente el concierto en una sala medio vacía.
He escuchado en miles de ocasiones que ante la ausencia de público los músicos y organizadores se refugian en excusas como “es que a la gente no le gusta la música clásica”, “no saben valorar el arte”, “ya sabemos que esta música es de poco público”, etc.
Sin duda, en este ejemplo podemos explicar que el escaso público no fue a causa de la calidad del pianista, del compositor o de la orquesta, sino por un simple y grave error de comunicación. Es sencillo, la música de Beethoven le pudiera gustar a todos, pero no es para todos, así como el grupo The Beatles le pudiera gustar a todos, pero no es para todos.
¿Qué hubiera pasado si la invitación hubiera sido diferente? “Quisiéramos invitar a todos los amantes de la música clásica, personas aficionadas al piano, a maestros y estudiantes de música al concierto que ofreceremos, etc.”
Pudiera ser que pienses que el resultado tal vez hubiera sido el mismo pero no es así, no es la misma hablarle a todo el mundo diciendo: “Atención todos”, que decir: “¡Ey músicos” o “Oye a ti que te gusta el piano, hoy por la noche tocaremos algo especial para ti. “
Citado el ejemplo, ahora imagina todo el dinero que se tira a la basura en publicidad impresa o por internet con mensajes dirigidos ¡para todo el mundo!. Si deseas generar ingresos con tu proyecto o ganar reconocimiento dentro del mercado primero debes definir quién es tu fan ideal. Así es que la primera tarea es enfocarse en definir su perfil y características.
ERROR NÚMERO DOS.
El segundo error consiste en que el mensaje que trasmiten la mayoría de los proyectos musicales están centrados en el qué, es decir, en las características de lo que ofrecen dejando de lado el por qué, excluyendo de su oferta aquello que realmente ayudará a la gente a sobrevivir, soñar o prosperar.
Todo en la vida del ser humano gira en torno a la supervivencia, sea física, emocional, afectiva o espiritual…ser aceptados por un gremio, encontrar la pareja perfecta, alcanzar un sueño. Así es que, si los proyectos se presenta de un modo que no contemple la posibilidad de cumplir alguno de estos aspectos será muy difícil poder vender lo que hacemos.
Pero si tengo un sello discográfico independiente ¿Es posible que mi oferta este ligada a la supervivencia? La respuesta contundente es: sí.
Hace un par de años el mensaje de un sello discográfico independiente se centraba en decir: “Tenemos el mejor equipo para realizar grabaciones profesionales y también productores egresados de la universidad de las águilas”. Por supuesto que esa universidad no existe, le di ese nombre porque no quiero delatar a nadie y menos si ese alguien se acercó conmigo para pedir mi recomendación.
Comenzaron a trabajar primero en identificar qué eran lo que hacían y porque, un par de meses después, identificaron a su fan ideal. Distinguieron que eran músicos jóvenes que nunca habían grabado un disco, diseñaron un plan para ellos y su mensaje de marca que antes ofrecía datos ahora decía lo siguiente: ¿Esperas ser alguien para grabar tu primer disco? ¡Para nosotros ya lo eres y queremos tu talento!
Además de estar incluido en el mensaje el reconocimiento gremial como parte de la supervivencia y también lo aspiracional, se adhiere el elemento de la reciprocidad (que atenderé en otro artículo) logrando en el fan ideal una mejor visión de sí mismo.
ERROR NÚMERO TRES
El error más común en los proyectos es confundir al posible fan (o público) provocando que este no termine de entender que es lo que nuestra marca hace por ellos. Hay estudios que afirman que nuestro cerebro realiza un esfuerzo cada vez que procesa información que no es clara, y ese esfuerzo consume energía, y esa energía la necesita nuestro cerebro reptiliano ¡para sobrevivir! ¿Alguna vez estuviste haciendo un examen de armonía o contrapunto tan difícil que después de pensar tanto dijiste: lo entregaré así, no importa que repruebe? Si te pasó algo así, tu cerebro prefirió evitar un dolor de cabeza que una mala calificación.
Muchos músicos pierden a sus posibles fans cuando se les da la oportunidad de presentar lo que ofrecen con sus proyectos o servicios. Por ejemplo, si alguien hace la sencilla pregunta sobre qué es lo que hacen, las respuestas del tipo: “Bueno, es difícil de explicar..” o “Mmm hago varias cosas…” suponen de inmediato haber perdido la oportunidad de vender. Lo mismo sucede cuando hay la oportunidad de bajar recursos con proyectos, incluso en audiciones o entrevistas de trabajo, por eso los que ganan no siempre son los mejores, sencillamente son los que fueron más claros.
El mensaje de marca de tu proyecto tiene que ser algo que ayude a tu fan a sobrevivir, pero además debe hacerse de una manera tan clara que toda persona lo debe de comprender sin necesidad de consumir demasiada energía tratando de descifrar lo que ofreces. ¡Si confundes pierdes!.
Reflexiona y observa a tu alrededor, te vas a percatar que lamentablemente muchos proyectos musicales que se comunican con mayor claridad son exitosos aún sin ser los mejores y quienes lo emprenden, no siempre son los más talentosos.
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